Pindora es una palabra inventada que evoca el concepto de una caja llena de sorpresas sensoriales, inspirando curiosidad y expectativa en quienes la escuchan. Se asocia a la idea de descubrir sabores que despiertan alegría y creatividad, evitando cualquier vínculo directo con el producto (helado) y diferenciándose notablemente en el rubro, haciéndolo un nombre disrruptivo, fácil de pronunciar en español y altamente distintivo para registro.

Rimoli surge a partir de una composición sonora cálida y alegre, dotada de musicalidad y ligereza, lo que la hace memorable y agradable al oído. No remite a ingredientes, procesos, colores o términos conocidos, y transmite el carácter vibrante y familiar necesario para helados artesanales innovadores, sin ser descriptivo ni genérico y sin referencias directas evidentes al producto ni a su origen.

Lumora es una palabra que sugiere luminosidad, energía y reunión, evocando la calidez de compartir momentos felices e innovadores en torno a sabores inéditos. Es breve, original, de pronunciación intuitiva, y al no ser una palabra del mundo gastronómico ni una construcción obvia, permite construir un significado propio en la mente del consumidor.